Conventos que se vacían: patrimonio en riesgo

Conventos que se vacían: patrimonio en riesgo

Ponencia: D. Jaime Nuño, moderado por Dª Patricia Gabeiras

El abandono de los conventos y de las vocaciones religiosas está poniendo en riesgo una parte importante del patrimonio cultural de nuestro país. Por ello, tomar medidas hoy para garantizar su conservación es fundamental. En esta idea se centró la última sesión del Aula Gabeiras celebrada el pasado martes 3 de diciembre que, bajo el título “Conventos que se vacían, patrimonio en riesgo”, analizó la situación de los cerca de 800 monasterios que en la actualidad están ocupados en España.

La sesión, moderada por Patricia Gabeiras, contó con un ponente de honor: D. Jaime Nuño González, director del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico de Aguilar de Campoo, al que Jesús Prieto de Pedro, Of Counsel del despacho, señaló por conocer “el patrimonio histórico de España como nadie lo hace este país”.

Para abordar esta compleja problemática, Nuño, licenciado en Arqueología y coordinador de la obra magna del románico (la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica), ofreció una conferencia centrada en el pasado, presente y futuro del patrimonio cultural religioso en nuestro país durante la que presentaron diversos casos prácticos que sirvieron de ejemplo a una concurrida audiencia formada por expertos, representantes de la sociedad civil y miembros de distintas instituciones.

Nuño resaltó que el nacimiento, desarrollo y desaparición de las instituciones monásticas ha sido una constante a lo largo de la historia -por los monasterios han pasado benedictinos, cistercienses, cartujos, jesuitas…-, pero que en los últimos años hemos asistido a una aceleración del proceso que pone en riesgo la conservación del patrimonio cultural y artístico.

“Todo el patrimonio tiene una razón de existir: surge con una finalidad, y si esa finalidad cambia, la supervivencia resulta bastante complicada”, sostuvo el especialista que, haciendo hincapié en la complejidad de la situación, resaltó dos grandes causas que han conducido al abandono de estos lugares: el anquilosamiento del discurso de la Iglesia, incapaz, en un mundo en constante cambio, de atraer nuevas vocaciones a los conventos y, en consecuencia, el envejecimiento de las comunidades monásticas.

Esto ha llevado a que “dos terceras partes de estos monasterios” se vayan a ver abocados al cierre a corto o medio plazo, un fenómeno preocupante si se tiene en cuenta que estos edificios constituyen una tercera parte de los monasterios que hay en toda Europa; a lo que se añaden las complicaciones asociadas a su venta, abandono o su paso a manos de otras entidades o de la Administración.

Prepararse para nuevos escenarios

Frente al envejecimiento y el abandono, el director del Centro de Estudios del Románico insistió en la necesidad de prepararse para nuevos escenarios, entre los que destacó los siguientes:

  • La revitalización de algunos monasterios a través de nuevas órdenes que puedan despertar vocaciones, como ha sido el caso de Iesu Communio en La Aguilera.
  • La diversificación, a través de la convivencia de la vida religiosa con otro tipo de actividades como el turismo. Es el caso de monasterios como el de Monserrat o el de Silos o de abadías como la del Mont Saint Michel, en Francia.
  • La reconversión de viejos monasterios para nuevos usos: desde el clásico hotel o parador hasta lugares para la memoria (como el Monasterio de Santa María de Palazuelos, en Corcos) o sedes de instituciones (como el Monasterio de Nuestra Señora de Prado, en Valladolid).

“Creo que no hay que asustarse mucho con los usos. Lo importante es salvaguardar el patrimonio cultural”, añadió Nuño, que recordó que los monasterios también fueron residencias de ancianos u hospitales, entre otras competencias, a lo largo de la Edad Media. Lo esencial, según apuntó, es que estos edificios no queden en desuso, porque si esto sucede -como se ha visto con la mayor parte de los castillos- “su futuro es bien incierto”.

Antes de concluir y de dar paso al debate, el ponente destacó varios puntos que deberían tenerse en cuenta si queremos apostar por la conservación de estos edificios:

  • La elaboración de una Ley de Mecenazgo que promueva la inversión cultural y detenga el deterioro del patrimonio, sin que esto sea óbice para frenar la especulación.
  • La adaptación de la Iglesia a los tiempos.
  • La apuesta por propuestas provenientes de la sociedad civil, sin descartar la iniciativa privada.
  • La planificación a largo plazo de acciones conjuntas de prevención entre las órdenes monásticas y las administraciones, con el objetivo de evitar el abandono de estos monasterios en los próximos 15 o 20 años o, si esto fuera inevitable, de prever sus consecuencias y actuar antes del desastre patrimonial.