Ponencia: Dª Paloma Llaneza, moderada por Dª Patricia Gabeiras
Es innegable: la protección de los derechos en el entorno digital es uno de los grandes retos del presente. Por ello, este tema no iba a escapar de la programación del Aula Gabeiras, que el pasado martes 12 de noviembre celebró un encuentro muy especial titulado ‘Derechos fundamentales y Sociedad Digital. Una aproximación jurídica a los adolescentes’.
La invitada de honor a esta sesión, que moderó Patricia Gabeiras, socia fundadora de Gabeiras y Asociados, y a la que también asistió Jesús Prieto de Pedro, Of Counsel del despacho, fue Paloma Llaneza, CEO de Razona y directora técnica de CERTICAR; además de auditora de sistemas, abogada en ejercicio y autora de diversas obras jurídicas. Un nutrido grupo de asistentes acudió a la ponencia, en la que se debatió el impacto que tendrá la dependencia de la tecnología en el desarrollo personal y en los derechos de la generación Z, formada por los nacidos a partir de 1995.
“A los menores siempre se les está hablando en un tono muy negativo. Se les culpa y señalan las amenazas, los riesgos… Nosotros queremos cambiar el enfoque”, aseguró Gabeiras al inicio de la sesión, que se marcó como objetivo contribuir a que las nuevas generaciones “sean conscientes de qué es lo que se están jugando en el entorno digital”.
Llaneza ofreció una completa ponencia que sirvió de punto de partida para abrir un diálogo y establecer un camino de trabajo en este ámbito dentro de la Fundación Gabeiras. Desde el inicio, la experta fue contundente: “Somos una sociedad de adictos. Todo el mundo es adicto a esas herramientas, aunque miremos a los adolescentes”.
La editora internacional de estándares de seguridad, firma electrónica e identidad repasó los cambios históricos que nos han llevado al momento presente, en el que existe una curiosa relación entre el ser humano y el concepto de privacidad asociado a las nuevas tecnologías. Según precisó, hasta ahora la sociedad ha funcionado gracias a “todo un condicionamiento social” que nos traslada una sensación de “sentirnos observados” como si nos encontrásemos dentro del famoso Panóptico de Bentham. Ahora, sin embargo, “somos observados pero no tenemos la sensación de serlo, aunque estamos siendo más observados que nunca” a través de las aplicaciones móviles, lo que nos hace libres únicamente “dentro de un menú”.
Para Llaneza, las tecnologías basadas en el juego ya son la principal fuente de captación de nuevos adictos. Esto se ve facilitado por dos grandes elementos propios de las apps modernas:
- El color y el diseño de éstas, que las hacen más atractivas.
- El condicionamiento aleatorio, un fenómeno que nos empuja a consultar nuestro móvil continuamente porque “entramos esperando encontrar algo”.
La consecuencia de esta adicción moderna es evidente: “A los grandes titanes de los datos les estamos contando absolutamente todo, y los padres están haciendo pública la vida de los menores desde el mismo estado fetal”, aportando información que sirve para que las empresas tracen distintos perfiles y lancen nuevos modelos de negocio con cada vez mayores garantías de éxito. Lo hacemos, aseguró Llaneza, sin reflexionar sobre ello. Para muestra, un botón: de todos los datos que proporcionamos online, sólo somos conscientes de un 30%.
A todo esto, según añadió la especialista, se suma un elemento de precarización que se ha instalado en la vida de los menores de 20 años a través de bajos salarios que se perpetúan con el crecimiento de las compañías de la llamada “economía colaborativa”. “La precarización tiene en común una sola cosa: la industria del dato”, especificó Llaneza, “y los jóvenes se remuneran de esa precarización a través de estos servicios. ‘Si no me puedo permitir un buen sueldo, al menos me puedo coger un Cabify o ver todas las películas de Netflix por 7,99 al mes’”.
Acudir al origen del problema
Culpar al adicto suele ser el mecanismo automático al que recurrimos como adultos. Pero ¿y si en lugar de abroncar a los adolescentes por su uso de la tecnología o de usar determinados servicios fuésemos al origen de este problema?
Es la propuesta de Llaneza, que sugirió “empezar a aplicar soluciones donde están los problemas”: en los Estados, comunidades autónomas y otras instituciones, que son los únicos capaces de implementar medidas para “solucionar el problema de las empresas que viven del dato”, ligadas a lacras como el aumento de las apuestas y casas de juego.
“El usuario no es el problema y tenemos que repensar la sociedad en la que queremos vivir. La gente necesita una cierta solidez. Tenemos que mantener nuestro sistema de libertades al tiempo que damos bases para la sostenibilidad de la vida de la gente, porque estamos programados para la seguridad, para defendernos de la incertidumbre”, recalcó la letrada, que concluyó asegurando que “está en nosotros que todos los que nos van a seguir tengan la capacidad de elegir dentro de un menú que no vaya a ser condicionado por las nuevas tecnologías”.